Hubo un problema con mi habitación (al parecer, el huésped anterior rompió la cama por sobrepeso). El hotel me alojó en una habitación doble, bastante más cara, a coste cero para mí.
El hotel, además, está alejado del casco urbano, en una zona residencial poco urbanizada y rodeado de campos: es absolutamente tranquilo. Hay una gasolinera en la misma salida de la autovía, y se puede comer en un par de sitios cercanos (el hotel no tiene cocina, sólo ofrece alojamiento y desayuno)